¿Te imaginas que aquellos que un día aprendieron sobre la importancia de la salud y buenos hábitos ahora sean quienes lideran esos mismos programas?
El Comienzo de un Viaje Transformador
Este es el caso de Brayan y Xiomara, quienes comenzaron su camino como participantes en un programa de salud preventiva siendo solo unos pequeños niños curiosos. Lo que inició como una aventura de aprendizaje y descubrimiento ha florecido en una profunda pasión por compartir ese conocimiento con otros, transformándolos en voluntarios comprometidos que ahora guían a otros niños en el mismo camino que una vez recorrieron.
Brayan y Xiomara no tenían idea de la gran aventura que les esperaba cuando, a la temprana edad de 7 y 10 años respectivamente, se unieron a un taller de aprendizaje en el comedor comunitario de su comunidad. Brayan recuerda cómo se enteró del programa: “Me enteré cuando iba a recoger mi almuerzo del comedor donde hacían talleres y la vecina me dijo que venga el sábado con mi hermana a participar del taller”. Xiomara, por su parte, fue motivada por el entusiasmo de la encargada del local, quien le informó a su madre sobre la oportunidad: “Avisó a nuestras madres que habría un taller de aprendizaje. Fui con mi hermanita de 3 años.”
La motivación de ambos para unirse era clara: un deseo profundo de aprender cosas nuevas y valiosas que pudieran aplicar en su vida diaria y divertirse junto a otros niños. Brayan menciona: “Mi curiosidad de saber qué hacían en los talleres, poder aprender algo que no sabía, y por mis amigos que se unieron un poco antes que yo, me motivó a participar”. Xiomara se sintió atraída tanto por los temas de aprendizaje como por las actividades recreativas: “Me motivaron los temas de aprendizaje. También las actividades divertidas que hacíamos como las manualidades y las exposiciones .”
Un Programa que Cambia Vidas
El programa de Salud Preventiva Creciendo Juntos al que se unieron estos jóvenes está diseñado para educar a las nuevas generaciones sobre la importancia de mantener un estilo de vida saludable, a través de una serie de talleres y actividades recreativas enfocadas en temas clave como la autoestima, el cuidado personal, y la prevención de enfermedades. Brayan quedó impresionado por cómo el programa se parecía a “un colegio, pero hablaban más de cómo cuidarnos, lavarnos las manos y una buena alimentación para los niños.” Para Xiomara, el programa fue una fuente de entusiasmo: “Me causó mucho entusiasmo poder adquirir nuevos conocimientos y también poder conocer a nuevas personas.”
De Estudiantes a Voluntarios: Un Salto Inspirador
A medida que Brayan y Xiomara crecían, también lo hacía su compromiso con el Programa. Lo que comenzó como una simple curiosidad, se convirtió en una misión personal para ambos. Decidieron devolver a la comunidad todo lo que habían recibido, pasando de ser usuarios a voluntarios activos en el Programa. Ahora, lideran talleres y actividades, compartiendo sus conocimientos y tiempo con nuevos pequeños participantes, tal como ellos lo experimentaron en su infancia.
Brayan resalta el profundo impacto que el programa tuvo en su vida: “Nos enseñaban lo básico sobre la salud, desde cómo llevar una buena alimentación hasta cómo cuidarnos cuando estamos enfermos. Pero lo que más me marcó fue el ejemplo inspirador de servicio de los voluntarios”. Esta experiencia no solo les proporcionó valiosas lecciones de salud, sino que también les ofreció un sentido de propósito y la oportunidad de hacer una diferencia real en sus comunidades.
Por otro lado, Xiomara enfatiza en lo didácticas que fueron los talleres. Recuerda con cariño algunos temas que abordaron, especialmente la importancia de un refrigerio nutritivo y los pasos para un buen lavado de manos. “Los ojos de Xiomara brillaban al recordar todo esto.”
El Impacto de su Labor como Voluntarios
Hoy, Brayan y Xiomara son ejemplos reales de cómo la educación y el compromiso de la Asociación GHI – Perú a través del Programa Creciendo Juntos pueden transformar vidas. Su trabajo como voluntarios no solo ha beneficiado a otros niños, sino que también les ha permitido crecer como futuros líderes comunitarios. Al organizar talleres, liderar campañas de concientización y participar en diversas actividades comunitarias, han demostrado que el conocimiento es poder y que compartirlo es una de las formas más poderosas de cambiar el mundo.
Reflexiones Finales: Un Ciclo que Inspira
La historia de Brayan y Xiomara es un testimonio del poder del aprendizaje y del voluntariado. Ellos han cerrado un ciclo inspirador al pasar de ser receptores del conocimiento a ser dadores del mismo, demostrando que todos podemos hacer una diferencia, sin importar nuestra edad o experiencia.
Si esta historia te ha inspirado, te invitamos a conocer más sobre este Programa y todos los demás con los que nuestra Asociación trabaja desde hace más de 6 años. Todos tenemos algo que ofrecer, y tu contribución podría ser el primer paso hacia un cambio positivo en la comunidad.
