La automedicación es como un viaje por un camino desconocido sin un mapa ni guía. Cuando decidimos tomar medicamentos sin consejo profesional es un riesgo para la salud.
En este artículo, analizaremos sus consecuencias y la importancia de tomar decisiones responsables e informadas para nuestra salud y la de nuestros seres queridos.
La automedicación es un problema que está aumentando en todo el mundo y tiene repercusiones importantes para la salud pública. Esto se debe a que puede llevar a problemas como la resistencia a los antibióticos (cuando los medicamentos ya no funcionan), el riesgo de efectos secundarios, puede ocultar enfermedades y aumentar los problemas de salud.
Los antibióticos se encuentran entre los medicamentos más utilizados junto con analgésicos y antiinflamatorios. Ni bien son una herramienta esencial en el tratamiento y prevención de diversas enfermedades, al igual que otros medicamentos, pueden generar efectos secundarios y representar un gasto significativo que golpea a la economía de las familias
Además, automedicarse tiene una característica única: la exposición de las bacterias a los antibióticos puede contribuir al desarrollo de una resistencia bacteriana, lo que podría comprometer su efectividad en el futuro.
Por ello, es crucial que la comunidad esté informada sobre medidas de autocuidado para prevenir y reducir la alta tasa de automedicación e incumplimiento de las indicaciones médicas.
Algunas recomendaciones profesionales son:
- Consultar con un profesional: Siempre busca el consejo de un médico antes de tomar cualquier medicamento, especialmente si no tienes una receta médica.
- Respetar las recetas: Si un médico te receta un medicamento, sigue sus indicaciones cuidadosamente y no cambies la dosis sin consultar.
- Seguir tratamientos: Si te han recetado un tratamiento, asegúrate de seguirlo según las indicaciones, incluso si te sientes mejor antes de terminarlo.
- No compartir medicamentos: No compartas tus medicamentos con otros ni tomes medicamentos recetados para alguien más.
- Conocer los efectos secundarios: Infórmate sobre los posibles efectos secundarios de los medicamentos que tomas y reporta cualquier efecto no deseado a un profesional de la salud.
- No ocultar síntomas graves: Si tienes síntomas graves o persistentes, busca atención médica adecuada y no te automediques para evitar enmascarar una enfermedad grave.
- Educación en salud: Mantente informado sobre tu salud y enfermedades comunes para tomar decisiones informadas sobre tu bienestar.
Como sociedad podemos abordar este desafío juntos, y como comunidad médica y científica, tenemos la responsabilidad de brindar orientación y educación, pero también es vital el apoyo de las familias y la colaboración de todas las disciplinas.
Al trabajar en conjunto, construiremos un camino hacia comunidades más saludables y seguras, donde cada individuo y familia tome decisiones informadas y responsables para cuidar de su salud.
Julissa Azucena Carhuayo Chura
Médico Cirujana Egresada de la Universidad Ricardo Palma