Colaboración Internacional para la Salud Pública

Cuando desde GHI – Perú me solicitaron compartir una de mis experiencias de colaboración internacional para promocionar la salud pública me resultó difícil encontrar las palabras adecuadas. Al mismo tiempo, me emocionó mucho la oportunidad de reflexionar acerca de la salud pública. En mi opinión, ésta es esencialmente una historia sobre la importancia de la colaboración internacional en este rubro.

Permítanme presentarme.

Soy un muchacho de 26 años nacido en Nueva York. Inicié mis estudios de ciencias biológicas en la Universidad del Estado de Nueva York en Geneseo (SUNY Geneseo) en el año 2013. Luego de 2 años aumentó mi interés por la salud pública; debido a que visité por primera vez una comunidad muy empobrecida en el norte de Haití llamada “Borgne” (pronunciado “Obòy” en criollo haitiano). Viajamos con estudiantes universitarios y nos quedamos en el hospital comunitario Alianza de Salud de Borgne (ASB).

Como colaboradores universitarios, aplicamos nuestras especialidades para potenciar las habilidades del equipo de ASB. Nuestra misión: brindar atención médica a las comunidades del departamento que se encontraban muy lejos del hospital.

Aprendimos que la situación de salud comunitaria en estas localidades aisladas es muy grave; y que muchas personas se enferman y mueren a causa de enfermedades prevenibles y tratables. Sin embargo, se logró generar un impacto en la reducción de las dolencias comunes como la fiebre tifoidea, la desnutrición y la malaria. Todo esto gracias a las clínicas móviles que realizamos juntos, demostrando el poder de la colaboración internacional.

Cuando regresé de Haití, descubrí que eran muchas las causas del por qué de la situación de salud pública en Borgne, y en lugares similares en todo el mundo, que todavía no conocía. También necesitaba hablar mejor el idioma criollo haitiano para trabajar más eficientemente con el equipo de ASB, y entender a profundidad la experiencia vivida de la gente. Es así que, regresé a Haití seis veces más antes de terminar mi programa de estudio universitario en el año 2017. 

Los siguientes años de colaboración estuvieron llenos de trabajo epidemiológico.

Para mejorar la situación de salud comunitaria, es necesario entender la frecuencia de los enfermos típicos de la región. Por eso, empecé un programa de maestría en salud pública para cultivar con ASB las habilidades de describir en forma epidemiológica el impacto de enfermos comunes.

Terminé mi maestría en el año 2019, después realicé otro viaje a Borgne para ayudar a mis colegas de ASB a describir la frecuencia de casos de la fiebre tifoidea, las causas de estos casos y las estrategias para prevenirlos (Fletcher et al., 2019). Aquí vemos otro ejemplo de la importancia de la colaboración internacional.

En el verano del año 2020, empecé a colaborar con la Iniciativa de Salud Global de Wabash College, realizando una presentación para los alumnos de la facultad de enfermería de la Universidad Hermilio Valdizan de la ciudad de Huánuco en Perú, con el objetivo de ampliar la mente de los estudiantes sobre la importancia de la salud pública y los métodos para protegerla.

Aunque la pandemia COVID 19 nos hace cambiar de métodos de colaboración, la oportunidad de continuar con este camino me mantiene emocionado.

La colaboración internacional es central para el aumento de la salud pública y epidemiológica. 

Necesita de nuestra paciencia, humildad, y compromiso para aprender lo que todavía no se entiende completamente. Con esta receta, nos encontramos juntos en el  mismo camino: en la búsqueda de una vida más sostenible y saludable para todos.

K. Fletcher, Dr. S. Zorich, Dr. X. Ren. (2019). “Addressing Environmental Determinants of Waterborne Disease Occurrence in Rural Haiti.” Unpublished. School of Public Health and Health Professions, University at Buffalo, _NY.